Esta historia pertenece a
9.0 Historia de la muerte del rey Omar Al Nemán (de la noche 78 a la 95)
9.1 Palabras de la primera joven (079)
9.2 Palabras de la segunda joven (080 a 081)
9.3 Palabras de la tercera joven (081)
9.4 Palabras de la cuarta joven (081 – 082)
9.5 Palabras de la quinta joven (082 – 083)
9.6 Palabras de la anciana (083 – 084)
Palabras de la primera joven
"Sabed, ¡oh rey del tiempo! que la vida no existiría sin el instinto de ella. Y este instinto de la vida ha sido colocado en el hombre para que pueda, con ayuda de Alah, ser el dueño de sí mismo y acercarse a Alah el Creador. Y la vida ha sido dada al hombre para que desarrolle la belleza, poniéndose por encima de los errores. Y los reyes, que son los primeros entre los hombres deben ser los primeros en el camino de las virtudes y en la senda del desinterés. Y el hombre cuerdo, de espíritu cultivado, debe siempre proceder con dulzura y juzgar con equidad. Y debe guardarse prudentemente de sus enemigos y escoger cuidadosamente sus amigos, y cuando los haya escogido, ya no debe intervenir entre ellos para nada el juez, sino arreglarlo todo por medio de la bondad. Porque, o ha elegido a sus amigos entre los que viven apartados del mundo y dedicados a la santidad, y entonces debe oírlos respetuosamente y atenerse a su juicio, o los ha elegido entre los aficionados a los bienes de la tierra, y entonces debe velar por no herirlos en sus intereses, ni contrariar sus costumbres, ni contradecir sus palabras. La contradicción enajena hasta el afecto del padre y la madre ¡Y un amigo es una cosa tan preciosa! Porque el amigo no es como la mujer, de la cual se puede uno divorciar para sustituirla con otra. La herida hecha a un amigo no se cicatriza nunca, como dice el poeta:
-
- "Piensa que el corazón del amigo es cosa muy frágil, y que se le debe cuidar como toda cosa frágil.
-
- "¡El corazón del amigo, una vez herido, es como el cristal que una vez roto, ya no se puede componer!”
-
- "Permite ahora que te recuerde algunas palabras de los sabios.
Al-Zahrí ha dicho: "Tres cosas denigran a un kadí: manifestar condescendencia hacia un culpable de alta categoría, amar la alabanza y temer perder su cargo".
Habiendo destituido un día el califa Omar a un kadí, éste le preguntó: "¿Por qué me has destituido?" Y el califa respondió: "¡Porque tus palabras sobrepasaban a tus acciones!"
Y el gran Al-Iskandar (Alejandro), el de los Dos Cuernos, reunió un día a su kadí, a su cocinero y a su escriba, y dijo a su kadí: "Te he confiado la más alta y pesada de mis prerrogativas regias. ¡Ten, pues, alma regia!" Y al cocinero le dijo: "Te he confiado el cuidado de mi cuerpo, que depende de tu cocina. ¡Has de saber tratarlo con arte y con prudencia!" Y dijo a su escriba: "En cuanto a ti, ¡oh hermano de la pluma! te he confiado las manifestaciones de mi inteligencia. ¡Te conjuro a que me transmitas íntegro a las generaciones por medio de tu escritura!"
Y la joven, dichas estas palabras, se volvió a echar el velo por encima de la cara, y retrocedió hacia sus compañeras.
No hay comentarios:
Publicar un comentario